Sostenibilidad y rentabilidad son dos conceptos que deben ir de la mano. Por mucho que la responsabilidad ambiental y social sea una cuestión de ética, las empresas deben sobrevivir en el contexto corporativo actual.

Asimismo, cualquier organización debe ser consciente que resulta inviable prosperar cuando el planeta está en crisis. Lo cual provoca que estas acciones sostenibles sean intrínsecamente favorables para los negocios.

Ahora bien, es necesario actualizar los criterios de la propia sostenibilidad en pro de la competitividad. Una transformación que conviene tener muy presente.

¿El final de los criterios ESG?

Las empresas de todo el mundo han entendido que sostenibilidad y rentabilidad son dos caras de una misma moneda. De ahí que objetivos como la reducción de las emisiones o la mejora de las cadenas de suministro con economía circular estén a la orden del día.

Los criterios ESG (medio ambiente, social y gobernanza) han sido la hoja de ruta de las organizaciones hasta la fecha. No obstante, se está probando que dicho enfoque es insuficiente.

Desde su creación, los criterios ESG se han limitado a la gestión de riesgos y a la mejora reputacional. Pero en términos de rentabilidad y sostenibilidad no son la solución definitiva.

Una realidad para la que las nuevas generaciones de expertos deben estar preparadas. Abordando realmente los retos de la transformación corporativa de la que estamos siendo testigos.

La sostenibilidad competitiva como solución

El ambientalista Paul Gilding ha acuñado un término que ha calado con especial fuerza en el mundo empresarial: la sostenibilidad competitiva. Un concepto que efectivamente se presenta como una solución ante los retos actuales.

El objetivo de la sostenibilidad competitiva pretende aprovechar el potencial del mercado para generar un impacto positivo en el planeta a largo plazo. Se trata de un cambio de mentalidad que abandona el enfoque de responsabilidad en pro del propio interés de las empresas.

Así, cada vez más negocios contribuyen a rediseñar los mercados, obligando a los gobiernos a la imposición de sanciones e incentivos. Cuando sostenibilidad y rentabilidad convergen, los intereses financieros se convierten en el motor del cuidado tanto ambiental como social.

Cuando las empresas se benefician de estas acciones, el planeta sale ganando.

Cómo compaginan la sostenibilidad y rentabilidad las grandes empresas

Que sostenibilidad y rentabilidad sean sinónimos no es una utopía. Es la realidad que están viviendo múltiples compañías en todo el planeta.

Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la industria del acero y la minería. Hay corporaciones que están produciendo acero libre de combustibles fósiles para revolucionar dicho mercado. Algo que, evidentemente, les augura un futuro brillante en términos financieros.

Por otro lado, en la industria del plástico ya hay claros síntomas de esta transformación. En lugar de aplicar al reciclaje de forma convencional, promueven políticas que impulsan la economía circular a escala global. De este modo, quienes ya las habían integrado en sus corporaciones, ganarán competitividad.

Las empresas líderes están cambiando el mundo y lo hacen tanto para proteger el planeta como para crecer económicamente. 

¿Los beneficios a largo plazo? Resiliencia, liderazgo de mercado y el éxito en un mundo con sólidos fundamentos sociales y ambientales.

Máster en Sostenibilidad: Medio Ambiente y Economía Circular

Entender sostenibilidad y rentabilidad como conceptos alineados es un primer paso en esta transformación corporativa que estamos viviendo. Sin embargo, para que efectivamente se hable de competitividad, la intervención de profesionales en la materia es imprescindible.

Unas figuras especializadas que generan un verdadero impacto en un mercado laboral caracterizado por la alta empleabilidad.

En consecuencia, nuestro Máster en Sostenibilidad: Medio Ambiente y Economía Circular se presenta como una gran oportunidad académica. Una formación 100% online que te preparará para ocupar puestos de gran valor en el tejido empresarial contemporáneo.

Al finalizar el máster, serás capaz de aplicar todas las regulaciones y estrategias de economía circular en diferentes tipos de negocios. Ampliando en el proceso las perspectivas de los criterios ESG para que rentabilidad y sostenibilidad sean una dupla inamovible.

Un paso en firme para tu carrera profesional con el que aportarás tu propio grano de arena a hacer del mundo un lugar mejor. 

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