Retos de la gestión de riesgos frente a la inseguridad vial en regiones del mundo

10/02/2024
Alejandro Riveros
Valora este post

Autoría de: Rafael Novoa Castro, exalumno de EALDE Business School

El objetivo del artículo es ofrecer una visión detallada sobre las condiciones de riesgo, incertidumbre y vulnerabilidad en las vías terrestres de diversas regiones del mundo. Se aborda desde una perspectiva de prevención y mitigación de accidentes de tránsito, proponiendo un enfoque integral que promueva la implementación de estrategias y acciones por parte de los estados y organismos reguladores.

Estos deben centrarse en fortalecer y mantener políticas públicas en seguridad vial, salud, y en desarrollar una cultura de prevención de riesgos. El artículo también sugiere la colaboración entre el sector privado y organismos internacionales que promueven la seguridad vial y la economía.

Público Objetivo:

El artículo está dirigido a todas las sociedades, con especial énfasis en los gobiernos de países de ingresos bajos y medianos, que enfrentan una crisis socioeconómica exacerbada por los accidentes de tránsito. Dado que se trata de un tema de interés público, su alcance es global.

Antecedentes:

Los accidentes de tránsito han causado graves tragedias y han afectado la seguridad y las economías en diversas regiones. Estos incidentes resultan del incumplimiento de normas básicas de prevención y de la falta de políticas públicas efectivas, dejando a las sociedades vulnerables y en incertidumbre. Informes de la OMS y la ONU indican que los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte global, con 1,4 millones de muertes anuales y millones de personas heridas o discapacitadas, imponiendo una gran carga a los sistemas de salud y afectando especialmente a las familias de bajos ingresos.

A nivel mundial, solo 28 países, que representan el 7% de la población, han implementado normativas para abordar los principales factores de riesgo: velocidad, conducción bajo efectos del alcohol o drogas, uso de casco, cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil.

En otros países, los riesgos se ven agravados  por infraestructuras viales deficientes, vehículos inseguros y falta de señalización, especialmente en regiones como África, el Mediterráneo oriental, el Pacífico occidental, América Latina y el Caribe.

En estas áreas, un tercio de las muertes por accidentes ocurre en países de ingresos bajos y medianos, donde las víctimas son principalmente peatones y ciclistas, con solo un 35% de la población protegida por normativas adecuadas.

Los países de ingresos bajos tienen las tasas de mortalidad más altas por accidentes viales, cerca del 25% por cada 100,000 habitantes, mientras que en países de ingresos altos, la tasa es menor al 9%. El 74% de las muertes ocurre en países de ingresos medianos, que poseen solo el 53% de los vehículos registrados globalmente, evidenciando una gran desproporción.

En Estados Unidos, ha aumentado el número de accidentes fatales que involucran ciclistas, motociclistas y peatones, aunque las muertes en automóviles han disminuido. En Europa, se han logrado reducciones significativas en las muertes, con España destacando con una disminución del 86%. En contraste, América Latina muestra una alta tasa de accidentes en carretera, exacerbada por el creciente uso de motocicletas.

Análisis:

Los antecedentes sobre los accidentes de tránsito revelan la urgente necesidad de informar a las poblaciones más vulnerables sobre los riesgos que enfrentan. La creciente estadística de accidentes en regiones de ingresos bajos y medianos destaca la falta de políticas públicas efectivas en prevención y gestión de riesgos. La ausencia de una cultura de prevención y la insuficiente implementación de normativas han dejado a estas comunidades expuestas a peligros sin estrategias adecuadas para mitigarlos.

En muchos países subdesarrollados, la alta incidencia de accidentes de tránsito se debe a patrones similares de incumplimiento de normas y exposición a riesgos, tanto para peatones, ciclistas, motociclistas como para conductores. La informalidad en los servicios de transporte y la impunidad agravan el problema. Esto muestra la magnitud del desafío y la necesidad de intervención estatal.

Los principales factores de riesgo que contribuyen a los accidentes de tránsito incluyen:

  • Infraestructura vial insegura y mal mantenida
  • Falta de señalización y semaforización
  • Insuficiente educación vial
  • Exceso de velocidad
  • Conducción bajo efectos del alcohol o drogas
  • Falta de uso de cinturones de seguridad

Estos problemas crean un panorama desolador, pero también indican la necesidad de una gestión proactiva de riesgos. Es fundamental identificar, evaluar y tratar estas fuentes de peligro de manera predictiva. Los países deben diseñar planes y estrategias adaptadas a su realidad, con un fuerte compromiso estatal y la colaboración de socios estratégicos.

Ejemplos de buenas prácticas pueden encontrarse en algunos países europeos, que han implementado políticas y legislaciones actualizadas para priorizar la seguridad vial y la salud pública. Estos países han logrado reducir significativamente los accidentes al establecer sistemas de transporte seguros y sostenibles. La experiencia europea demuestra que, con políticas adecuadas y un fuerte compromiso social, es posible mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes.

Conclusiones:

El artículo concluye que existen soluciones viables para mejorar la seguridad vial, que deben formar parte de una estrategia integral que involucre a todos los actores, desde el gobierno hasta la sociedad civil. La implementación de una adecuada infraestructura vial, una legislación efectiva y una educación vial inclusiva son fundamentales para reducir los accidentes de tránsito.

Además, la modernización del transporte y el desarrollo urbano son cruciales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Esto incluye la construcción de carreteras seguras, la promoción de medios de transporte sostenibles y la implementación de tecnologías avanzadas para la gestión del tráfico y la prevención de accidentes.

Ello implica en  la sociedad, grandes beneficios, como; reducción de tiempos de viaje de manera segura, reducción de gases contaminantes en medios de transporte eléctrico, conectividad y accesos que favorecen el comercio y el turismo, impulsando la economía de cada localidad y facilitando el desarrollo urbano de manera ordenada y descentralizada, con la plusvalía implícita que se genera.

Finalmente, el artículo hace un llamado a la acción para desarrollar campañas educativas que promuevan una cultura de prevención y seguridad vial. La experiencia de países europeos muestra que con un enfoque colaborativo es posible lograr una reducción significativa en los accidentes de tránsito.

Sobre el autor: Alejandro Riveros

Publicista colombiano con una amplia trayectoria en el mundo del marketing y las relaciones públicas. Experiencia en el sector empresarial y en importantes equipos políticos en Colombia. Máster en Marketing Político de la Universidad de Alcalá de Henares en Madrid, España.
Máster en Gestión de Riesgos
Fórmate con los mejores profesionales del sector

Infórmate aquí

Informe

Global Risk Analysis: Horizonte 2024

Descárgalo gratis

Artículos relacionados

Síguenos en redes sociales

Sé el primero en comentar

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *