Dentro de la gestión empresarial y concretamente de la Gestión de Riesgos cobra cada vez más protagonismo el riesgo de fraude. Dentro del mundo empresarial se pueden describir dos tipos de ámbitos distintos. El mundo legal corresponde al mundo en el que todas las personas normales nos movemos, cumpliendo las leyes y la normativa vigente en cada caso. En el opuesto se encuentra el mundo ilícito o ilegal, que se aprovecha de alguna manera del mundo alegal.
Este segundo se aprovecha del resto, en cuanto a leyes, propiedad privada. De la misma manera se aprovecha de una serie de circunstancias como pueden ser el tráfico de drogas, el tráfico de personas, etc. Este tipo de personas se aprovechan tanto del ámbito legal como del ámbito ilegal.
El fraude interno suele ser una apropiación indebida producida en una empresa por miembros de la misma. Puede estar actuando acorde a un colaborador externo, pero todas estas prácticas de alguna manera van en contra de los procedimientos internos. Siempre buscan beneficio económico.
Se producen multitud de casos de fraude interno y cada día se pueden descubrir nuevos. Lo que ocurre es que no se pueden conocer todos porque las empresas se esfuerzan en ocultarlos, de igual manera que el propio defraudador. Esto es debido a que si se conociese el fraude en el exterior de la empresa, podría causar una sensación de que no se cuidan los procedimientos internos para los proveedores.
Tipos de fraude
El fraude documental es aquel fraude producido a través de la falsificación de un documento, ya sea de la falsificación de un documento en sí mismo o por el intento de incluir documentos no pertenecientes a la empresa en facturas, etc.
El fraude cronológico se produce cuando la fecha de la nota de pago no coincide con el día en que se produjo ese gasto. La mayoría de las ocasiones se trata de alojamientos, dietas y billetes que no coinciden con el desplazamiento realmente realizado.
Información extraída del webinar impartido por Juan Pablo Aranda para EALDE Business School
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