El Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard abarca todos los datos necesarios para conducir una empresa. La figura del controller es la encargada de esa conducción y de la coordinación entre la dirección de la empresa y los objetivos de la organización.
El CMI traduce la visión y la estrategia de la organización en un conjunto coherente de indicadores que van a guiar la dirección empresarial. Se trata de establecer cuáles son los datos necesarios que, basados en el presupuesto, deben monitorizarse para dirigir la empresa a un objetivo establecido por la dirección.
El CMI traduce la visión y la estrategia de la organización en un conjunto coherente de indicadores que van a guiar la dirección de la empresa
El Balanced Scorecard tiene que ser informado y comunicado en la organización como una herramienta de gestión, no como un sistema de control. Por este motivo, el controller juega un papel de liderazgo y ha de conocer los datos de la empresa para plasmarlos. Sus funciones abarcan la planificación, organización, dirección y medición de los objetivos de la organización.
El Cuadro de Mando Integral se desarrolla a través de cuatro perspectivas basadas en la visión y la estrategia de la empresa. Se trata de las siguientes:
- Perspectiva Financiera
- Perspectiva de Procesos Internos
- Perspectiva de los Clientes
- Perspectiva de Aprendizaje y Crecimiento
Se habla de una integralidad del cuadro de mando porque todas ellas están relacionadas y cada una de estas perspectivas para influir indirectamente en las otras. Se pueden añadir adicionalmente otras perspectivas como la de Responsabilidad Social Empresarial.
Todas las perspectivas están compuestas por cuatro columnas:
- Objetivos
- Medidas
- Metas
- Desempeño
El controller se encarga de la conducción para que el desempeño alcance o supere las metas establecidas, que se logran con unas medidas adoptadas de acuerdo a los objetivos de la empresa.
Para implementar un CMI la alta dirección ha de estar comprometida en realizarlo. También tiene que existir una coherencia con el plan estratégico, objetivos, medidas y metas. Además, la comunicación ha de ser clara en toda la organización antes, durante y después de la implementación.
Información extraída del webinar impartido por José Enrique Barla para EALDE Business School.
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