La Inteligencia Artificial (IA) es uno de los campos de la tecnología que más impulso ha ganado en los últimos años. Todo ello, pese a que el término fue acuñado ya por 1956. Esta disciplina pretende dotar a los sistemas informáticos de un cierto comportamiento inteligente. De esta forma, podrán realizar acciones por sí mismas para lograr unos objetivos predeterminados. Debido a que es un campo cada vez más amplio, se pueden distinguir varias clasificaciones o categorías de Inteligencia Artificial, que vamos a analizar en este artículo.
El futuro de la IA: Aún lejos de la inteligencia humana
Pese al avance de la IA en los últimos años, algunas voces llaman a rebajar las perspectivas de futuro respecto a sus posibilidades. Es cierto que estos sistemas juegan, por ejemplo, un papel importante en el ámbito de la seguridad informática. Pero, en comparación con la inteligencia humana, aún quedan muchos pasos por dar.
Según un informe del gobierno de Estados Unidos publicado en 2018, “es muy poco probable que las máquinas exhiban inteligencia ampliamente aplicable, comparable o superior a la de los humanos en los próximos 20 años. Sin embargo, es de esperar que las máquinas alcancen y superen el rendimiento humano en más y más tareas”.
Por lo tanto, es importante aclarar que es aún poco probable que la Inteligencia Artificial iguale a la humana. No obstante, sus aplicaciones cada vez son mayores en el día a día de la humanidad.
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Tipos de inteligencia artificial
Podemos encontrar diferentes categorías de Inteligencia Artificial para la realización de determinadas tareas. Entre ellas, destacan las siete siguientes:
- Artificial Superintelligence (ASI) o Superinteligencia: Es una IA que está sustancialmente más allá de la inteligencia humana. Es capaz de tomar decisiones de alta calidad y que miren al futuro con una gran decisión. Como hemos visto, está categoría aún tiene mucho que progresar para alcanzar a la inteligencia humana.
- Artificial General Intelligence (AGI): También es conocido como “inteligencia artificial fuerte”. Este término enfatiza el objetivo de construir sistemas inteligentes de propósito general, cuya amplitud de aplicabilidad es, al menos, comparable con la gama de tareas que los humanos pueden abordar.
- Artificial Narrow Intelligence (ANI): Se refiere a las tecnologías de IA que imitan aspectos angostos de la inteligencia humana. Se utiliza, por ejemplo, en aplicaciones de reconocimiento de voz o procesamiento del lenguaje.
- Purely Reactive: Es otro tipo de categoría de Inteligencia Artificial. Se refiere a la que no tiene memoria y no almacena experiencias pasadas. Así, sólo reacciona a lo que ve.
- Limited Memory: Incorpora pequeños fragmentos de experiencias pasadas. Esto le permite tomar decisiones apropiadas y responder adecuadamente ante determinados estímulos. Un ejemplo de ello es Siri.
- Theory of Mind: Esta IA puede procesar pensamientos e interactuar socialmente. Actualmente, no existen sistemas que sean capaces de desarrollar estas actividades.
- Self Aware: Es el estado más avanzado. Una categoría similar a la de ASI. Estos sistemas son conscientes de su estado interno, pueden predecir los sentimientos de otros, así como realizar abstracciones e inferencias.
Inteligencia Artificial y Ciberseguridad
La IA se utiliza actualmente en muchos procesos para detectar problemas de ciberseguridad o seguridad de la información. No obstante, cabe tener en cuenta que esta tecnología también implica una serie de riesgos digitales. Entre ellos, sesgos algorítmicos, riesgos de ciberataques, etc. Por ello, es importante identificar y evaluar dichos riesgos a la hora de implementar sistemas de IA en las empresas.
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