Conocer el nivel de riesgos en cualquier proceso empresarial es esencial para paliar las consecuencias negativas que se puedan ocasionar por dichos peligros.

Existen diferentes técnicas destinadas precisamente a esta evaluación. Entre ellas, el método AMFE destaca en gran medida.

Veamos en qué consiste, los casos de uso más habituales y cómo aplicarlo en tu corporación.

¿Qué es el AMFE y para qué sirve?

El método AMFE (Análisis Modal de Fallos y Efectos) es un sistema de identificación y evaluación de riesgos. Una técnica con la que se averigua dónde y cómo puede fallar un producto o un proceso determinado.

Esta metodología es una de las técnicas de apreciación del riesgo que se plantea en la ISO 31010 más importantes. Logrando así prevenir lesiones y optimizar el cumplimiento normativo en materia de seguridad.

Dicho esto, podemos dividir AMFE en dos categorías: el Modo de Fallo y los Efectos. La primera concierta a la manera en la que se produce el error y la segunda a las consecuencias que se derivan de este.

Al aplicar el AMFE, se mejora la calidad, se reducen los costes y aumenta la satisfacción tanto de los empleados como de los clientes.

AMFE: Casos de uso

También conocido como AMEF, este sistema se emplea en multitud de ocasiones dentro de la rutina empresarial de todo tipo de negocios. Es decir, existe un gran volumen de casos de uso de la técnica en cuestión.

Te dejamos unos cuantos ejemplos en aras de evidenciar su relevancia:

• AMFE en procesos. El análisis modal de fallos y efectos en los procesos de producción evita complicaciones que afecten a la calidad de los productos o clientes.
• AMFE en el diseño. Durante el diseño de productos, el método AMFE es de gran utilidad. Con dicha metodología se identifican fallos antes de que sucedan.
• AMFE en sistemas. El método AMEF es sumamente efectivo en el desarrollo de softwares y demás sistemas tecnológicos.

Cómo funciona la matriz AMFE o análisis modal de fallos y efectos

Prevenir errores es crucial para que las cosas salgan bien en el ámbito empresarial. Por eso, es muy habitual ver empresas que buscan expertos en esta materia.

¿Te interesa ser uno de ellos? Con la guía que te planteamos, serás capaz de implementar la matriz AMFE en todo tipo de proyectos o productos.

Ahora bien, si quieres profundizar en el tema, lo mejor es que te formes en la gestión de riesgos. ¡Hay mucho por descubrir en este sector!

Selección de procesos y del equipo

Antes de aplicar el método AMFE hay que conocer el objeto del análisis. Selecciona el proceso en concreto y desglósalo en los pasos que lo forman.

Además, reúne al equipo de trabajo que va a participar en el desarrollo del producto o del servicio.

Identifica la severidad, la ocurrencia y la detección

Ahora que ya conoces el proceso, valora qué puede fallar en cada paso. También sus consecuencias. Categoriza la gravedad de cada error numéricamente.

Asimismo, es importante que identifiques las razones del error y la frecuencia con la que sucede. Indica esta información con números según el nivel de ocurrencia.

En este punto, también toca determinar cuáles son los controles de detección y asignar una cifra según el grado de detección en cada caso.

La importancia del NPR y el nivel de riesgo

Calcula el NPR (número prioritario de riesgo): un valor que organiza por prioridad los errores detectados. Esta es la fórmula:

Severidad x Ocurrencia x Detección = NPR.

Con esta información, ordena los resultados para detectar el nivel de riesgo de cada operación empresarial.

Pasa a la acción

Conociendo cuáles son los principales peligros, es el momento de implementar acciones preventivas y correctivas.

El monitoreo constante para identificar rápidamente el error y los mecanismos de actuación son clave en la gestión de riesgos.

Recuerda: tras cada medida correctiva y preventiva toca volver a calcular el AMFE.

Máster en Gestión de Riesgos

El método AMFE, a pesar de su importancia en el tejido empresarial contemporáneo, solo es la punta del iceberg en la gestión de riesgos.

Los negocios modernos enfrentan una gran cantidad de peligros a diario. ¡No dejes que lo hagan solos!

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